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El Libro de los Espíritus > LIBRO SEGUNDO — MUNDO ESPIRITISTA O DE LOS ESPIRITUS > CAPÍTULO IX — INTERVENCIÓN DE LOS ESPÍRITUS EN EL MUNDO CORPORAL > INFLUENCIA DE LOS ESPÍRITUS EN LOS ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA > 527
527. Pongamos otro ejemplo en que no intervenga el estado natural de la materia. Un hombre debe morir de un rayo, se refugia debajo de un árbol, cae el rayo y muere el hombre. ¿Han podido los espíritus provocar aquél y dirigirlo a éste?
«Es lo mismo que en el caso anterior. Cayó el rayo eñ aquel árbol y en aquel momento; porque asi entraba en las leyes de la naturaleza. No ha sido dirigido al árbol, porque el hombre estaba debajo de él; pero inspirósele a aquél la idea de refugiarse debajo de un árbol que recibiría un rayo. Mas éste no hubiese dejado de caer, aunque allí no se hubiese encontrado el hombre».
«Es lo mismo que en el caso anterior. Cayó el rayo eñ aquel árbol y en aquel momento; porque asi entraba en las leyes de la naturaleza. No ha sido dirigido al árbol, porque el hombre estaba debajo de él; pero inspirósele a aquél la idea de refugiarse debajo de un árbol que recibiría un rayo. Mas éste no hubiese dejado de caer, aunque allí no se hubiese encontrado el hombre».