El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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593. ¿Puede decirse que los animales no obran más que por instinto?

«He ahí otro de vuestros sistemas. Cierto es que el instinto domina en la mayor parte de los animales; ¿pero no ves que los hay que obran con voluntad determinada? Tienen, pues, inteligencia; pero limitada».

Además del instinto, no podria negarse a ciertos animales actos combinados, que denotan una voluntad de obrar en un sentido determinado y según las circunstancias. Hay, pues, en ellos una especie de inteligencia; pero cuyo ejercicio está más exclusivamente concentrado ea los medios de satisfacer sus necesidades físicas y de atender a su conservación. En ellos nada de creación se ve, nada de mejoramiento. Cualquiera que sea el arte que en sus trabajos admiremos, lo que antes hacían, lo hacen actualmente, ni mejor, ni peor siguiendo formas y proporciones constantes e invariables. El pequeñuelo, alejado de los de su especie, no deja de construir su nido conforme al mismo modelo, sin haber recibido instrucción alguna. Si algunos son susceptibles de cierta educación, su desarrollo intelectual, siempre encerrado en estrechos límites, débese a la acción del hombre sobre una naturaleza flexible; porque no tienen ningún progreso propio, y aun aquél es efimero y puramente individual, pues el animal abandonado a si mismo, no tarda en regresar a los límites marcados por la naturaleza.