Usted esta en:
El Libro de los Espíritus > LIBRO CUARTO — ESPERANZAS Y CONSUELOS > CAPÍTULO II — PENAS Y GOCES FUTUROS > NATURALEZA DE LAS PENAS Y GOCES FUTUROS > 974
974. ¿De dónde procede la doctrina del fuego eterno?
«Imagen, como muchas otras, tomada de la realidad».
-¿Pero ese temor no puede producir buen resultado?
«Mira si contiene a muchos, aun entre aquellos que lo predican. Si enseñáis cosas que más tarde rechaza la razón, producís una impresión que no será duradera ni saludable».
El hombre, impotente para dar a comprender con su lenguaje la naturaleza de aquellos sufrimientos, no ha encontrado comparación más enérgica que la del fuego; porque para él el fuego es el tipo de los más crueles suplicios y el símbolo de la acción más enérgica. Por esta razón la creencia en el fuego eterno se remonta a la más alta antigüedad, y los pueblos modernos la han heredado de los antiguos; por esta razón también dice en su lenguaje figurado: el fuego de las pasiones, abrasarse de amor, de celos, etcétera.
«Imagen, como muchas otras, tomada de la realidad».
-¿Pero ese temor no puede producir buen resultado?
«Mira si contiene a muchos, aun entre aquellos que lo predican. Si enseñáis cosas que más tarde rechaza la razón, producís una impresión que no será duradera ni saludable».
El hombre, impotente para dar a comprender con su lenguaje la naturaleza de aquellos sufrimientos, no ha encontrado comparación más enérgica que la del fuego; porque para él el fuego es el tipo de los más crueles suplicios y el símbolo de la acción más enérgica. Por esta razón la creencia en el fuego eterno se remonta a la más alta antigüedad, y los pueblos modernos la han heredado de los antiguos; por esta razón también dice en su lenguaje figurado: el fuego de las pasiones, abrasarse de amor, de celos, etcétera.