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El Libro de los Espíritus > LIBRO SEGUNDO — MUNDO ESPIRITISTA O DE LOS ESPIRITUS > CAPÍTULO IV — PLURALIDAD DE EXISTENCIAS > SEMEJANZAS FÍSICAS Y MORALES > 217
217. En sus diferentes encarnaciones, ¿conserva el hombre vestigios del carácter físico de las existencias anteriores?
«El cuerpo se destruye, y el nuevo ninguna relación tiene con el anterior. El espíritu se refleja, no obstante, en el cuerpo: y aunque es cierto que sólo materia es el cuerpo, éste, sin embargo, está modelado con arreglo a la capacidad del espíritu, que le imprime cierto carácter, especialmente en la cara, por lo que se dice con exactitud que los ojos son el espejo del alma. Quiere esto decir, que la cara particularmente refleja el alma: porque una persona excesivamente fea tiene empero, algo que gusta, cuando sirve de envoltura a un espíritu bueno, prudente y humano, al paso que hay caras muy bonitas que nada dicen, y que hasta inspiran repulsión. Podrías creer que sólo los cuerpos perfectos sirven de envoltura a espíritus perfectos, siendo así que cada día encuentras hombres de bien a pesar de su exterior deforme. Sin tener, pues. una semejanza pronunciada, la de gustos e inclinaciones puede dar lo que se llama aire de familia».
No teniendo ninguna relación necesaria el cuerpo que reviste el alma en una nueva encarnación con el que ha abandonado, puesto que puede derivar de muy distinto origen, seria absurdo deducir una sucesión de existencias de un parecido que no pasa de ser fortuito. Las cualidades del espíritu modifican, sin embargo, con frecuencia los órganos de sus manifestaciones, e imprimen a la caro, y hasta al conjunto de los gestos, un sello distintivo. Así bajo la más humilde envoltura puede descubrirse la expresión de grandeza y de dignidad, al paso que bajo el traje del cahallero encopetado se descubre a veces la de bajeza e ignominia. Ciertas personas procedentes de la más ínfima posición, adquieren sin dificultad las costumbres y modales de la alta sociedad, y parece que en ella vuelven a encontrar su elemento, mientras otras, a pesar de su nacimiento y educación, están siempre en ella como fuera de su centro. ¿Cómo explicar este hecho sino considerándolo como reflejo de lo que ha sido el espíritu?
«El cuerpo se destruye, y el nuevo ninguna relación tiene con el anterior. El espíritu se refleja, no obstante, en el cuerpo: y aunque es cierto que sólo materia es el cuerpo, éste, sin embargo, está modelado con arreglo a la capacidad del espíritu, que le imprime cierto carácter, especialmente en la cara, por lo que se dice con exactitud que los ojos son el espejo del alma. Quiere esto decir, que la cara particularmente refleja el alma: porque una persona excesivamente fea tiene empero, algo que gusta, cuando sirve de envoltura a un espíritu bueno, prudente y humano, al paso que hay caras muy bonitas que nada dicen, y que hasta inspiran repulsión. Podrías creer que sólo los cuerpos perfectos sirven de envoltura a espíritus perfectos, siendo así que cada día encuentras hombres de bien a pesar de su exterior deforme. Sin tener, pues. una semejanza pronunciada, la de gustos e inclinaciones puede dar lo que se llama aire de familia».
No teniendo ninguna relación necesaria el cuerpo que reviste el alma en una nueva encarnación con el que ha abandonado, puesto que puede derivar de muy distinto origen, seria absurdo deducir una sucesión de existencias de un parecido que no pasa de ser fortuito. Las cualidades del espíritu modifican, sin embargo, con frecuencia los órganos de sus manifestaciones, e imprimen a la caro, y hasta al conjunto de los gestos, un sello distintivo. Así bajo la más humilde envoltura puede descubrirse la expresión de grandeza y de dignidad, al paso que bajo el traje del cahallero encopetado se descubre a veces la de bajeza e ignominia. Ciertas personas procedentes de la más ínfima posición, adquieren sin dificultad las costumbres y modales de la alta sociedad, y parece que en ella vuelven a encontrar su elemento, mientras otras, a pesar de su nacimiento y educación, están siempre en ella como fuera de su centro. ¿Cómo explicar este hecho sino considerándolo como reflejo de lo que ha sido el espíritu?