El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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824. ¿Censuráis en absoluto la pompa de los funerales?

«No, y cuando es en honor de la memoria de un hombre de bien, es justa y ejemplar».

La tumba es la reunión de todos los hombres, y en ella terminan despiadadamente todas las distinciones humanas. En vano quiere el rico perpetuar su memoria con fastuosos monumentos; el tiempo los destruirá como el cuerpo, pues asi lo quiere la naturaleza. El recuerdo de sus buenas y de sus malas acciones será menos perecedero que su tumba; la pompa de sus funerales no le lavará sus impurezas, ni le hará ascender un escalón en la jerarquía espiritual. (320 y siguiente)