El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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262, ¿Cómo el espíritu, que en su origen es sencillo, ignorante e inexperto, puede escoger una existencia con conocimiento de causa, y ser responsable de esta elección?

«Dios suple su inexperiencia trazándole el camino que debe seguir, como lo hacéis vosotros con el niño desde que nace; pero, poco a poco, le hace dueño de elegir a medida que se desarrolla su libre albedrío, y entonces es cuan do a menudo se extravía, tomando el mal camino, si no escucha los consejos de los espíritus buenos. A esto es a lo que puede llamarse la caída del hombre».

-Cuando el espíritu disfruta de su libre albedrío, ¿la elección de la existencia corporal depende siempre exclusivamente de su voluntad, o esa existencia puede serle impuesta como expiación por la voluntad de Dios?

«Dios sabe esperar y no apresura la expiación. Pero puede, sin embargo, imponer una existencia al espíritu, cuando éste, por su inferioridad o mala voluntad, no es apto para comprender lo que le sería más saludable, y cuando se ve que aquella existencia, sobre servirle de expiación, contribuye a su purificación y adelanto».