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El Libro de los Espíritus > LIBRO SEGUNDO — MUNDO ESPIRITISTA O DE LOS ESPIRITUS > CAPÍTULO VIII — EMANCIPACIÓN DEL ALMA > LETARGO, CATALEPSIA, MUERTES APARENTES
LETARGO, CATALEPSIA, MUERTES APARENTES
422. Los letárgicos y catalépticos ven y oyen generalmente lo que pasa alrededor de ellos; pero no pueden manifestarlo. ¿Ven y oyen con los ojos y oídos del cuerpo?
«No; con el espíritu, que se reconoce; pero no puede comunicarse».
-¿Por qué no puede comunicarse?
«Se opone a ello el estado del cuerpo. Este estado particular de los órganos os sirve de prueba de que hay en eJ hombre algo más que el cuerpo, pues que, a pesar de no funcionar el cuerpo, obra el espíritú».
«No; con el espíritu, que se reconoce; pero no puede comunicarse».
-¿Por qué no puede comunicarse?
«Se opone a ello el estado del cuerpo. Este estado particular de los órganos os sirve de prueba de que hay en eJ hombre algo más que el cuerpo, pues que, a pesar de no funcionar el cuerpo, obra el espíritú».
423. En el letargo, ¿puede el espír¡tu separarse enteramente del cuerpo, de modo, que dé a éste todas las apariencias de la muerte, y volver después a él?
«En el letargo no está muerto el cuerpo, puesto que desempeña funciones. La vitalidad está en estado latente, como en la crisálida; pero no está anonadada, y el espíritu permanece unido al cuerpo, mientras éste vive. Una vez rotos los lazos por la muerte real y la disgregación de los órganos, la separación es perfecta y no vuelve más el espíritu. Cuando un hombre aparentemente muerto vuelve en sí, señal es de que la muerte no era completa».
«En el letargo no está muerto el cuerpo, puesto que desempeña funciones. La vitalidad está en estado latente, como en la crisálida; pero no está anonadada, y el espíritu permanece unido al cuerpo, mientras éste vive. Una vez rotos los lazos por la muerte real y la disgregación de los órganos, la separación es perfecta y no vuelve más el espíritu. Cuando un hombre aparentemente muerto vuelve en sí, señal es de que la muerte no era completa».
424. Por medio de cuidados prestados a tiempo, ¿se pueden reanudar los lazos que están a punto de romperse, y volver la vida a un ser que moriría definitivamente por falta de auxilios?
«Sin duda que sí, y cada día tenéis la prueba de ello. Con frecuencia el magnetismo es en este caso un poderoso medio; porque restituye al cuerpo el fluido vital que le falta, y que no era bastante a mantener el juego de los órganos».
El letargo y la catalepsia tienen el mismo principio, que es la pérdida momentánea de la sensibilidad y del movimiento por una causa fisiológica inexplicada aún. Se diferencian en que en el letargo la suspensión de las fuerzas vitales es general y da al cuerpo tódas las apariencias de la muerte. En la catalepsia está localizada y puede afectar una parte más o menos extensa del cuerpo, de modo que deje a la inteligencia en libertad de manifestarse, lo que impide que se la confunda con la muerte. El letargo siempre es natural; la catalepsia a veces es espontánea, pero puede ser provocada y destruida artificialmente por la acción magnética.
«Sin duda que sí, y cada día tenéis la prueba de ello. Con frecuencia el magnetismo es en este caso un poderoso medio; porque restituye al cuerpo el fluido vital que le falta, y que no era bastante a mantener el juego de los órganos».
El letargo y la catalepsia tienen el mismo principio, que es la pérdida momentánea de la sensibilidad y del movimiento por una causa fisiológica inexplicada aún. Se diferencian en que en el letargo la suspensión de las fuerzas vitales es general y da al cuerpo tódas las apariencias de la muerte. En la catalepsia está localizada y puede afectar una parte más o menos extensa del cuerpo, de modo que deje a la inteligencia en libertad de manifestarse, lo que impide que se la confunda con la muerte. El letargo siempre es natural; la catalepsia a veces es espontánea, pero puede ser provocada y destruida artificialmente por la acción magnética.