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El Libro de los Espíritus > LIBRO SEGUNDO — MUNDO ESPIRITISTA O DE LOS ESPIRITUS > CAPÍTULO VIII — EMANCIPACIÓN DEL ALMA > LETARGO, CATALEPSIA, MUERTES APARENTES > 423
423. En el letargo, ¿puede el espír¡tu separarse enteramente del cuerpo, de modo, que dé a éste todas las apariencias de la muerte, y volver después a él?
«En el letargo no está muerto el cuerpo, puesto que desempeña funciones. La vitalidad está en estado latente, como en la crisálida; pero no está anonadada, y el espíritu permanece unido al cuerpo, mientras éste vive. Una vez rotos los lazos por la muerte real y la disgregación de los órganos, la separación es perfecta y no vuelve más el espíritu. Cuando un hombre aparentemente muerto vuelve en sí, señal es de que la muerte no era completa».
«En el letargo no está muerto el cuerpo, puesto que desempeña funciones. La vitalidad está en estado latente, como en la crisálida; pero no está anonadada, y el espíritu permanece unido al cuerpo, mientras éste vive. Una vez rotos los lazos por la muerte real y la disgregación de los órganos, la separación es perfecta y no vuelve más el espíritu. Cuando un hombre aparentemente muerto vuelve en sí, señal es de que la muerte no era completa».