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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO XVII - FORMACIÓN DE LOS MÉDIUMS > Desarrollo de la mediumnidad > 218
218. Si a pesar de todas las tentativas no se revela la
mediumnidad de ningún modo, será menester renunciar a ella,
como se renuncia a cantar cuando no se tiene voz. El que sólo
sabe una lengua se sirve de un traductor; debe, pues, hacer lo
mismo, es decir, recurrir a otro médium. Nadie debe creerse
privado de la asistencia de los Espíritus por falta de médium. La
mediumnidad es para ellos un medio de expresarse, y no un medio
exclusivo de atracción; los que no tienen afecto están al lado
nuestro, seamos o no médiums; un padre no abandonará a su hijo
porque sea sordo y ciego y no pueda verle ni oírle; le rodea con
solicitud como lo hacen los buenos Espíritus con nosotros; si no
pueden transmitirnos materialmente su pensamiento, nos ayudan
por medio de la inspiración.