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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO XVII - FORMACIÓN DE LOS MÉDIUMS > Desarrollo de la mediumnidad > 205
205. Para evitar tentativas inútiles, se puede interrogar por
otro médium a un Espíritu formal y adelantado; pero debe notarse
que cuando se pregunta los Espíritus si uno es médium o no,
responden casi siempre afirmativamente, lo que no impide que
los ensayos sean muchas veces infructuosos. Esto se explica
naturalmente. Se hace al Espíritu una pregunta general y responde
de una manera general; ya se sabe que nada es tan elástico como
la facultad mediúmnica, puesto que puede presentarse bajo las
formas más variadas y en grados muy diferentes.
Se puede, por lo tanto, ser médium sin apercibirse de ello, y
en un sentido diferente del que uno cree. Si hacemos una pregunta
vaga, verbigracia: ¿Soy médium? El Espíritu puede responder:
“sí”; pero si se la hacemos precisa: ¿Soy médium escribiente? Puede responder: “no”. También es preciso tomar en cuenta la
naturaleza del Espíritu a quien se pregunta, pues los hay tan ligeros
e ignorantes que responden a tontas y a locas como verdaderos
calaveras atolondrados; por esto aconsejamos dirigirse a los
Espíritus ilustrados, que generalmente contestan gustosos a estas
preguntas e indican la mejor marcha que debe seguirse si ven
posibilidad de tener buen resultado.