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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO XIV - DE LOS MÉDIUMS > 8. Médiums pneumatógrafos > 177
177. Se da este nombre a los médiums aptos para obtener la
escritura directa, lo que no se permite a todos los médiums
escribientes. Esta facultad es hasta ahora bastante rara;
probablemente se desarrolla con el ejercicio; pero, como lo hemos
dicho, su utilidad práctica se limita a una prueba patente de la
intervención de una potencia oculta en las manifestaciones. Sólo
la experiencia puede hacer conocer si se posee; se puede, pues,
ensayar y además puede pedirse a un Espíritu protector por los
otros medios de comunicación. Según la mayor o menor potencia
del médium, se obtienen simples rasgos, signos, letras, palabras,
frases y aun páginas enteras. Ordinariamente basta colocar una
hoja de papel doblado en un paraje cualquiera, designado por el
Espíritu, durante diez minutos o un cuarto de hora, algunas veces,
más. La oración y el recogimiento son condiciones esenciales;
por esto se puede mirar como imposible el obtener nada en una
reunión de personas poco formales, o que no estuviesen animadas
de sentimientos simpáticos y benévolos. (Véase la teoría de la
escritura directa, capítulo VIII, “Laboratorio del mundo invisible”
(números 127 y siguientes) y capítulo XII, “Pneumatografía”).
Trataremos de una manera especial de los médiums
escribientes en los capítulos siguientes.