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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO XIV - DE LOS MÉDIUMS > 3. Médiums auditivos > 165
165. Estos oyen la voz de los Espíritus; es como lo hemos
dicho hablando de la pneumatofonía: algunas veces una voz íntima
que se hace oír en el fuero interno; otras veces es una voz exterior
clara y distinta como la de una persona viva. Los médiums
auditivos pueden entrar de este modo en conversación con los
Espíritus. Cuando tienen la costumbre de comunicar con ciertos
Espíritus, los reconocen inmediatamente con el metal de la voz.
Cuando uno no está dotado de esta facultad, se puede igualmente
comunicar con un Espíritu a través de un médium auditivo que
hace el oficio de intérprete.
Esta facultad es muy agradable cuando el médium solo oye
buenos Espíritus, o únicamente aquellos que llama; pero no es lo
mismo cuando un Espíritu malo se encarniza en él y le hace oír a
cada momento las cosas más desagradables y algunas veces las
más inconvenientes. Es preciso entonces procurar desembarazarse
de aquel por los medios que indicaremos en el capítulo de “La
Obsesión”.