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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO III - MANIFESTACIONES INTELIGENTES > 71
71. Se perfeccionó el arte de comunicar por los golpes
alfabéticos, pero el medio era siempre muy largo. Sin embargo
se obtienen comunicaciones de cierta extensión así como
interesantes revelaciones sobre el mundo de los Espíritus. Estos indicaron otros medios, y a ellos debemos el de las
comunicaciones escritas.
Las primeras comunicaciones de este género tuvieron lugar
adaptando un lápiz al pie de una mesita ligera colocada sobre
una hoja de papel. La mesita, puesta en movimiento por la
influencia del médium, se puso a trazar caracteres, luego palabras
y frases. Se simplificó sucesivamente este medio sirviéndose de
mesitas tan grandes como la mano, hechas expresamente;
después de cestitas, de cajas de cartón y, en fin, de simples
tablitas. La escritura era tan corriente, tan rápida y tan fácil como
con la mano; pero se reconoció más tarde que todos estos objetos
no eran más, en definitiva, que apéndices, verdaderos lapiceros
de los cuales no había necesidad, teniendo por sí mismo el lápiz;
la mano, arrastrada por un movimiento voluntario, escribía bajo
la impulsión dada por el Espíritu y sin el concurso de la voluntad,
ni del pensamiento del médium. Desde entonces las
comunicaciones de ultratumba no tuvieron más límites que la
correspondencia habitual entre vivos. Volveremos sobre estos
diferentes medios que explicaremos en detalle; los hemos
bosquejado rápidamente para demostrar la sucesión de los hechos
que han conducido a acreditar en estos fenómenos la intervención
de inteligencias ocultas, o de otro modo, de los Espíritus.