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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > PRIMERA PARTE - NOCIONES PRELIMINARES > CAPÍTULO IV - SISTEMAS > 45
45. Sistema de sonambulismo. Este ha tenido más
partidarios, y cuenta todavía con algunos. Como el precedente,
admite que todas las comunicaciones inteligentes tienen su origen
en el alma o Espíritu del médium; pero para explicar su aptitud y
tratar de objetos fuera de sus conocimientos, en lugar de suponer
en él un alma múltiple, atribuye esta aptitud a una sobrexcitación
momentánea de las facultades mentales, a una especie de estado
de sonambulismo o de éxtasis que exalta y desenvuelve su
inteligencia. No se puede negar, en ciertos casos, la influencia de
esta causa; pero basta haber visto operar a la mayor parte de estos
médiums, para convencerse que no puede resolver todos los
hechos, y que forma la excepción y no la regla. Se podría creer
que es así, si el médium tuviese siempre el aspecto de un inspirado
o de un extático, apariencia que por otra parte podía simular
perfectamente, si quisiera hacer una farsa; pero, ¿cómo creer en
la inspiración, cuando el médium escribe como una máquina, sin
tener la menor conciencia de lo que obtiene, sin la menor emoción,
sin ocuparse de lo que hace y mirando a otra parte, riendo y
haciendo diferentes cosas? Se concibe la sobrexcitación de las
ideas, pero no se comprende que pudiese hacer escribir al que no
sabe, y aun menos cuando las comunicaciones se transmiten por
golpes, o con la ayuda de una tablita o de una cestita. Veremos en
la continuación de esta obra la parte que es preciso conceder a la
influencia de las ideas del médium; pero los hechos en que la
inteligencia extraña se revela por señales incontestables, son tan
numerosos y tan evidentes, que no pueden dejar ninguna duda. La
falta de razón en la mayor parte de los sistemas nacidos en el
origen del Espiritismo, es el haber sacado consecuencias generales
de algunos hechos aislados.