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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO XIV - DE LOS MÉDIUMS > 1. Médiums de efectos físicos > 161
161. Los médiums involuntarios o naturales son aquellos
cuya influencia se ejerce sin saberlo ellos mismos. No tienen
ninguna conciencia de su poder, y muchas veces lo anómalo que
pasa a su alrededor no les parece de ningún modo extraordinario;
esto forma parte de sí mismos, absolutamente como las personas
que están dotadas de la doble vista y ellas mismas no lo saben.
Estos sujetos son muy dignos de observación y deben recogerse y
estudiarse los hechos de este género que vengan a nuestra noticia;
éstos se manifiestan en cualquier edad y a menudo en niños muy
jóvenes. (Véase el capítulo V, “Manifestaciones espontáneas”).
Esta facultad no es por sí misma el indicio de un estado
patológico, porque no es incompatible con una salud perfecta. Si el que
la posee sufre, es por razón de una causa extraña; así los
medios terapéuticos son impotentes para hacerla cesar. Puede, en
algunos casos, ser consecuencia de cierta debilidad orgánica, pero
nunca es causa eficiente. No se podría, pues, razonablemente,
concebir ninguna inquietud al punto de vista higiénico; no podrá
tener ningún inconveniente, a no ser que si el sujeto que ha llegado
a ser médium facultativo, abuse de la facultad, porque entonces
habría en él emisión demasiado abundante de fluido vital, y a
consecuencia debilidad de los órganos.