Usted esta en:
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO III - MANIFESTACIONES INTELIGENTES > 66
66. Para que una manifestación sea inteligente, no es
necesario que sea elocuente, ni de genio privilegiado o sabio:
basta que pruebe un acto libre y voluntario, expresando una
intención o respondiendo a un pensamiento. Cuando se ve una
veleta agitada por el viento, se tiene la seguridad de que sólo
obedece a una impulsión mecánica; pero si se reconoce en sus
movimientos señales intencionales, se gira de derecha a
izquierda, pronto o con lentitud, obedeciendo a una voluntad,
nos veremos obligados a admitir no que la veleta sea inteligente sino que obedece a una inteligencia. Esto mismo sucede respecto
de la mesa.