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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO III - MANIFESTACIONES INTELIGENTES > 69
69. Estos hechos, repetidos a voluntad por millares de
personas y en todos los países, no podían dejar duda sobre la
naturaleza inteligente de las manifestaciones. Entonces fue cuando
surgió un nuevo sistema, según el cual esta inteligencia debía ser
la del médium, la del interrogador o la de los mismos asistentes.
La dificultad estaba en explicar cómo esta inteligencia podía
reflejarse en la mesa e interpretarse por los golpes; una vez
constatado que los golpes, no los daba el médium, lo serían por el
pensamiento; pero, el pensamiento dando golpes, era un fenómeno
aún más prodigioso que todos aquellos que se habían visto. La
experiencia no tardó en demostrar lo inadmisible de esta opinión.
En efecto, las respuestas se encontraban muy a menudo
diametralmente opuestas con el pensamiento de los asistentes,
fuera del alcance intelectual del médium, y aun en idiomas que
nos conocía, o relatando hechos ignorados de todos. Estos ejemplos
son tan numerosos, que es casi imposible que el que se haya visto
diferentes veces. Sólo citaremos uno que se nos ha referido por
un testigo ocular.