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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO XIV - DE LOS MÉDIUMS > 159
159. Toda persona que siente en cualquier grado la influencia
de los Espíritus, es por esto mismo médium. Esta facultad es
inherente al hombre, y por consecuencia no es privilegio exclusivo;
así es que hay pocos entre los que nos se encuentren algunos
rudimentos. Se puede, pues, decir, que casi todos son médiums.
Sin embargo, en el uso, esta calificación sólo se aplica a aquellos
cuya facultad mediúmnica está claramente caracterizada y se
conoce por los efectos patentes de cierta intensidad, lo que depende
de una organización más o menos sensitiva. También debemos
notar que esta facultad, no se revela en todos de la misma manera;
los médiums tienen generalmente, una aptitud especial para tal o
cual orden de fenómenos, y en esto consiste que se hagan tantas
variedades, como hay clases de manifestaciones. Las principales
son: Los médiums de efectos físicos, los médiums sensitivos o
impresionables, auditivos, parlantes, videntes, sonámbulos,
curanderos, pneumatógrafos, escribientes o psicógrafos.