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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO XIV - DE LOS MÉDIUMS > 6. Médiums sonámbulos > 172
172. El sonambulismo puede ser considerado como una
variedad de la facultad mediúmnica, o por mejor decir son dos
órdenes de fenómenos que se encuentran muy a menudo reunidos.
El sonámbulo obra bajo la influencia de su propio Espíritu; es su
alma que en los momentos de emancipación ve, oye y percibe
fuera del límite de los sentidos; lo que expresa, lo toma de sí
mismo; sus ideas son en general más ajustadas que en el estado
normal; sus conocimientos más extensos, porque su alma es libre;
es un palabra, vive con anticipación la vida de los Espíritus. El
médium, al contrario, es el instrumento de una inteligencia extraña;
es pasivo y lo que dice no proviene de él. En resumen, el sonámbulo
expresa su propio pensamiento, y el médium expresa el de otro.
Pero el Espíritu que se comunica a un médium ordinario puede
igualmente hacerlo a un sonámbulo; a menudo también el estado
de emancipación del alma, durante el sonambulismo, hace esta
comunicación más fácil. Muchos sonámbulos ven perfectamente
a los Espíritus y a los describen con tanta precisión como los
médiums videntes; pueden conversar con ellos y transmitirnos
sus pensamientos; lo que dicen fuera del círculo de sus
conocimientos personales, les es muchas veces sugerido por otros
espíritus. He aquí un ejemplo notable en que la doble acción del
Espíritu del sonámbulo y del Espíritu extraño se revela de la
manera menos equívoca.