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EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS > SEGUNDA PARTE - DE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS > CAPÍTULO I - ACCIÓN DE LOS ESPÍRITUS SOBRE LA MATERIA > 55
55. Se ha dicho que el Espíritu es una llama, una chispa:
ésta debe entenderse del Espíritu propiamente dicho, como
principio intelectual y moral, y al cual no se podría atribuir una
forma determinada; pero en cualquier grado que se encuentre,
está siempre revestido de una envoltura o periespíritu cuya
naturaleza se va haciendo más etérea a medida que se purifica y
se eleva en la jerarquía; de tal suerte, que para nosotros la idea de
forma es inseparable de la de espíritu, y que no concebimos la
una sin la otra. El periespíritu forma, pues, parte integrante de
hombre; pero el periespíritu solo no es el Espíritu como el cuerpo
solo no es el hombre, porque el periespíritu no piensa; es al Espíritu
lo que el cuerpo es al hombre; esto es, el agente o instrumento de
su acción.