EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

Usted esta en: EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO > LOS MILAGROS > CAPÍTULO XIV - Los fluidos > 2. Explicación de algunos fenómenos considerados sobrenaturales > Manifestaciones físicas. Mediumnidad > 42
42. Mediante ese mismo proceso, el Espíritu actúa sobre la mesa, ya sea para que esta se mueva, sin que su movimiento tenga un significado especial, o para que dé golpes inteligentes que indiquen las letras del alfabeto, a fin de que formen palabras y frases: fenómeno que se designa con el nombre de tiptología. La mesa no es más que un instrumento del que se vale el Espíritu, como se vale del lápiz para escribir, dándole una vitalidad momentánea por medio del fluido con que la impregna, aunque sin identificarse con ella. De ese modo, las personas que, embargadas por la emoción, abrazan la mesa cuando se manifiesta un ser querido, realizan un acto ridículo; es exactamente como si abrazasen el bastón de un amigo que se sirve de él para comunicarse por medio de golpes en el piso. Lo mismo hacen quienes dirigen la palabra a la mesa, como si el Espíritu estuviera encerrado en la madera, o como si la madera se hubiese convertido en Espíritu.


Cuando se transmiten comunicaciones por ese medio, hay que imaginarse que el Espíritu está, no en la mesa sino junto a ella, tal como se ubicaría si estuviese vivo, y tal como sería visto en ese momento si pudiera volverse visible. Lo mismo ocurre en las comunicaciones mediante la escritura: se vería al Espíritu al lado del médium, guiando su mano o trasmitiéndole su pensamiento por medio de una corriente fluídica.