16. La ciencia, propiamente dicha, tiene por objeto el estudio de las leyes del principio
material, así como el objeto del Espiritismo es el conocimiento de las leyes del principio espiritual.
Pero como este último principio es una de las fuerzas de la Naturaleza y actúa sin cesar sobre el
principio material, y éste sobre aquél, resulta que el conocimiento de uno no puede complementarse
sin el del otro. Por consiguiente, el Espiritismo y la ciencia se complementan mutuamente. La
ciencia sin el espiritismo es impotente para explicar ciertos fenómenos, contando sólo con las leyes
que rigen a la materia, así como el Espiritismo sin la ciencia carecería de apoyo y control. El estudio
de las leyes de la materia debería preceder al de las leyes espirituales, ya que es la materia la que
afecta antes a los sentidos. Si el Espiritismo hubiese llegado antes que los descubrimientos
científicos hubiera sido una obra inútil, como todo aquello que llega antes de tiempo.