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EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO > EL GÉNESIS > CAPÍTULO VI - Uranografía general > Sucesión eterna de los mundos > 49
49. Si nos remontamos al origen de las aglomeraciones primitivas de sustancias cósmicas,
observaremos que bajo el imperio de esta ley la materia sufre transformaciones necesarias que la
llevarán del germen al fruto maduro y que, bajo el impulso de las diversas fuerzas originadas en esta
ley, recorre la escala de sus revoluciones periódicas: primero, centro fluídico de los movimientos.
Posteriormente, generador de mundos. Y finalmente, nudo central y atractivo de las esferas que han
nacido de su seno.
Sabemos ya que estas leyes presiden la historia del Cosmos. Lo que importa conocer ahora
es que también presiden la destrucción de los astros, ya que la muerte no es sólo una metamorfosis
del ser vivo, sino también una transformación de la materia inanimada, y, si es correcto decir, en
sentido literal, que la vida sólo es afectada por la apariencia engañosa de la muerte, también lo es
agregar que la sustancia debe necesariamente sufrir las transformaciones inherentes a su
constitución.