11. En la formación de los cuerpos sólidos, uno de los fenómenos
más notables es el de la cristalización, que consiste en la
forma regular que adoptan ciertas sustancias al pasar del estado
líquido o gaseoso al estado sólido. Esa forma, que varía de acuerdo
con la naturaleza de la sustancia, es generalmente la de sólidos
geométricos, tales como el prisma, el romboide, el cubo y la pirámide. Todos conocen los cristales del azúcar cande, los cristales de
roca o silicio cristalizado. Son prismas de seis caras que terminan
en una pirámide también hexagonal. El diamante es carbono puro
o carbón cristalizado. Las figuras que en invierno se producen sobre
los vidrios se deben a la cristalización del vapor de agua durante
la congelación, con la forma de agujas prismáticas.
La disposición regular de los cristales corresponde a la forma
particular de las moléculas de cada cuerpo. Esas partículas, infinitamente
pequeñas para nosotros, pero que no dejan por eso de ocupar
un cierto espacio, aproximadas las unas a las otras por atracción molecular,
se acomodan y se yuxtaponen según lo exigen sus formas, de
modo que cada una tome su lugar alrededor del núcleo o principal
centro de atracción, para constituir un conjunto simétrico.
La cristalización sólo ocurre en ciertas circunstancias favorables,
fuera de las cuales no puede producirse. El grado de la temperatura
y el reposo son condiciones esenciales. Se comprende que demasiado
calor, al mantener separadas las moléculas, no les permitiría que se condensasen, y que la agitación, al impedir que se acomoden
simétricamente, sólo les dejaría que formen una masa confusa e irregular
y, por lo tanto, sin la cristalización propiamente dicha.