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EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO > EL GÉNESIS > CAPÍTULO VII - Esbozo geológico de la Tierra > Período terciario > 36
36. En las regiones donde las capas de sedimento conservaron su horizontalidad, para
alcanzar a las de la primera formación es preciso pasar por todas las restantes, y a menudo se debe
atravesar una profundidad considerable, mas en el fondo se hallará inevitablemente la roca
granítica. Pero cuando estas capas fueron elevadas y formaron montañas sobrepasaron su nivel
normal, a veces hasta una gran altura, de manera que si se hace un corte vertical en el flanco de la
montaña se podrán ver las capas superpuestas y todo su espesor como si se tratase de los cimientos
de un edificio.
Es así que se encuentran bancos importantes de conchillas, primitivamente formadas en el
fondo de los mares, a grandes alturas. Hoy se sabe con total certeza que en ninguna época el mar
pudo alcanzar semejante altura, ya que todas las aguas que existen sobre la Tierra no bastarían, ni
aun cuando el volumen fuese cientos de veces superior. Habría que suponer que la cantidad de agua
disminuyó, pero entonces nos preguntaríamos qué ocurrió con la porción desaparecida. Los
levantamientos, que son hoy una realidad indiscutible, explican de una manera tan lógica como
rigurosa la existencia de depósitos marinos en ciertas montañas.7