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EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO > EL GÉNESIS > CAPÍTULO III - El Bien y El Mal > Destrucción mutua de los seres vivos > 20
20. La destrucción recíproca de los seres vivos es una de las leyes de la Naturaleza que
menos parece armonizar con la bondad de Dios. Uno se pregunta, ¿por qué esa necesidad de
destruirse unos a los otros para alimentarse?
Quien sólo ve la materia y limita su visión a la vida presente puede parecerle ésta una
imperfección de la obra divina. En general los hombres juzgan la perfección de Dios según sus
propios puntos de vista, miden la sabiduría divina de acuerdo con sus juicios y creen que Dios obra
como ellos mismos lo hacen. Su limitada visión no les permite apreciar el conjunto, no son capaces
de comprender que de un mal aparente pueda surgir un bien real. Sólo el conocimiento del principio
espiritual, considerado en su verdadera esencia, y la gran ley de unidad que constituye la armonía de
la Creación, pueden darle al hombre la llave de ese misterio y mostrarle la gran razón y sabiduría
providencial, precisamente donde antes veía anomalías y contradicción.