15. Dios es infinitamente perfecto. No podemos concebir a Dios sin la infinitud de sus
perfecciones, pues sin ello no sería Dios, ya que podríamos concebir otro ser que tuviese lo que Él
no posee. Para que ningún ser pueda superarlo es preciso que sea infinito en todo.
Al ser los atributos de Dios infinitos no pueden sufrir aumento ni disminución. De lo
contrario no serían infinitos y Dios no sería perfecto. Si se le quitase una pequeñísima parte de uno
solo de sus atributos, ya no sería Dios, ya que podría existir otro ser más perfecto.