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EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO > EL GÉNESIS > CAPÍTULO VI - Uranografía general > Sucesión eterna de los mundos > 51
51. De esta forma, la eternidad real y efectiva del Universo está asegurada por las mismas
leyes que dirigen las operaciones del tiempo, y así los mundos suceden a los mundos y los soles a
los soles sin que el inmenso mecanismo de los vastos cielos sea jamás entorpecido en sus
gigantescos móviles.
Allí donde vuestros ojos admiran espléndidas estrellas en la bóveda nocturna, allí donde
vuestro espíritu contempla los resplandores magníficos que brillan en los espacios lejanos, hace ya
mucho que la muerte apagó esas irradiaciones que, incluso, acogió nuevas creaciones aún
desconocidas por nosotros. La inmensa lejanía de esos astros hace que la luz que nos envían tarde
miles de años en llegar hasta nosotros y que en el presente recibamos los rayos que nos han enviado
mucho antes de la creación de la Tierra, así como que los admiremos aún durante miles de años
después de su desaparición real.9
9. Este es un efecto producido por el tiempo que tarda la luz en atravesar el espacio. Su velocidad es de
300.000 kilómetros por segundo: desde el Sol tarda en llegar ocho minutos y trece segundos. De ahí que si ocurre
un fenómeno en la superficie del Sol lo percibiremos ocho minutos después y, por la misma razón, lo
¿Qué significan los seis mil años de la Humanidad histórica frente a los períodos seculares?
Algunos segundos de vuestros siglos. ¿Qué valor poseen vuestras observaciones astronómicas en
relación con el estado absoluto del mundo? La sombra eclipsada por el Sol.