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EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO > EL GÉNESIS > CAPÍTULO VII - Esbozo geológico de la Tierra > Período de transición > 27
27. Encontramos restos fósiles de la exuberante vegetación de aquella época, tanto bajo los
hielos de las tierras polares como en la zona tórrida, por lo que deducimos que si la vegetación era
uniforme, también lo era la temperatura. Por lo tanto, los polos no estaban cubiertos de hielo, como
en la actualidad. Esto se debe a que en aquella época la Tierra obtenía de sí misma el calor, que
provenía del fuego central que calentaba por igual a toda la corteza sólida, aún de poco espesor.
Este calor era muy superior al que podían brindar los rayos del Sol, debilitados además por la
densidad de la atmósfera. Recién más tarde, cuando la acción ejercida por el calor central sobre la
superficie del globo se volvió débil o nula, la del Sol devino preponderante y las regiones polares,
que sólo recibían rayos oblicuos de escaso poder calórico, se cubrieron de hielo. En la época de
referencia y aun mucho tiempo después, el hielo era desconocido en la Tierra.
Este período debe haber durado mucho tiempo, a juzgar por el número y el espesor de las
capas de hulla.5