EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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73. Prefacio. Seria injusto colocar en la categoría de los malos espíritus a los que sufren y, arrepentidos, piden oraciones; éstos han podido ser malos, pero ya no lo son, desde el momento que reconocen sus faltas y sienten haberlas cometido; sólo son desgraciados y algunos empiezan a gozar de una felicidad relativa.