1. Venid a mí todos los que estais trabajados y cargados y yo os aliviaré. -
Traed mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que manso soy y humilde de
corazón: y hallaréis reposo para vuestras almas. - Porque mi yugo suave es, y mi
carga ligera. (San Mateo, cap. XI, v. 28, 29 y 30).