7. Los médiums modernos - porque los apóstoles poseían también la
mediumnidad - han recibido igualmente de Dios un don gratuito, que consiste en ser los
intérpretes de los espíritus para la instrucción dc los hombres, para enseñarles el camino
del bien y conducirles a la fe, y no para vender palabras que no les pertenecen, porque
no son producto "de su concepción, ni de sus investigaciones, ni de su trabajo personal".
Dios quiere que la luz llegue a todo el mundo, y
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no quiere que el más pobre quede desheredado y pueda decir: No tengo fe porque no he
podido pagarla; yo no he tenido el consuelo de recibir la ayuda y los testimonios de
afecto de los que lloro, porque s-oy pobre. Por esta razón la mediumnidad no es un
privilegio, sino que se halla en todas partes y hacerla pagar sería desviarla de su objeto
providencial.