18. La oración es solicitada por los espíritus que sufren; les es útil, porque
viendo que uno se acuerda de ellos, se sienten menos abandonados y son menos
desgraciados. Pero la oración tiene sobre ellos una acción más directa; aumenta su
ánimo, les excita el deseo de elevarse por el arrepentimiento y la reparación y puede
desviarles del pensamiento del mal; en este sentido es como puede aligerarse y aun
abreviarse sus sufrimientos. (Véase Cielo e Infierno, 2da. parte: Ejemplos).