6. Se pregunta: ¿qué provecho pudo el pueblo sacar de esta multitud de
parábolas cuyo sentido estaba oculto para él? Es de notar que Jesús no
se expresaba con
parábolas sino respecto a las partes, hasta cierto punto abstractas, de
su doctrina; pero
habiendo hecho de la caridad hacia el prójimo y de la humildad la
condición expresa de
salvación, lo que dijo concerniente a esto es perfectamente claro,
explícito y sin ambigüedad.
Así debió ser, porque es la regla de conducta, regla que todo el mundo
debía
comprender para poderla practicar; es la esencial para la multitud
ignorante a la que se
limitaba a decir: Esto es lo que debéis hacer para alcanzar el reino de
los cielos. Sobre
los otros puntos sólo desarrollaba su pensamientos a sus discípulos,
estando éstos más
adelantados, moral e intelectualmente. Jesús había podido iniciarles en
las verdades más
abstractas; por esto dijo: "A los que tienen se les dará más". (Cap.
XVIII, núm. 15.)
Sin embargo aun con sus apóstoles se dejó en la
vaguedad muchos puntos, cuya
completa inteligencia estaba reservada a los tiempos ulteriores. Estos
son los puntos que
han dado lugar a interpretaciones tan diversas, hasta que la ciencia por
un lado y el Espiritismo
por otro han hecho comprender su sentido verdadero.