EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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52. Oración. Señor, nos habéis hecho decir por boca de Jesús, vuestro Mesías: "Bienaventurados los que sufren persecución de la justicia; perdonad a vuestros enemigos; rogad por los que os persiguen"; y El mismo nos ha enseñado el camino rogando por sus verdugos.


A su ejemplo, Dios mío, solicitamos vuestra misericordia para los que desconocen vuestros divinos preceptos, los únicos que pueden asegurar la paz en este mundo y en el otro. Nosotros decimos como Cristo: "Perdonadles, Padre Nuestro, porque no saben lo que hacen".


Dadnos valor para soportar con paciencia y resignación, como pruebas para nuestra fe y humildad, sus burlas, sus injurias, sus calumnias y persecuciones; alejadnos de todo pensamiento de represalias, porque la hora de vuestra justicia sonará para todos y nosotros la esperamos sometiéndonos a vuestra santa voluntad.