5. Pero, ¿qué entiende Jesús por estas palabras: "Bienaventurados los mansos
porque ellos poseerán la Tierra". El, que dice que hemos de renunciar a los bienes de
este mundo y promete los del Cielo?
Esperando los bienes del Cielo, el hombre tiene necesidad de los de la tierra para
vivir; sólo que le encarga que no dé a estos últimos más importancia que a los primeros.
Con estas palabras quiere decir que hasta aquel día, los bienes de la tierra serán
acaparados por los violentos con perjuicio de los mansos y pacíficos que a éstos les falta
muchas veces lo necesario mientras que los otros tienen lo superfluo, promete que se les
hará justicia "así en la tierra como en el Cielo", porque son llamados hijos de Dios.
Cuando la ley de amor y de caridad sea la ley de la humanidad, ya no habrá egoísmo: el
débil y el pacífico ya no serán explotados ni pisoteados por el fuerte y el violento. Tal
será el estado de la Tierra cuando, según la ley del progreso y la promesa de Jesús,
venga a ser un mundo feliz por la expulsión de los malos.