3. Si Dios hubiese librado al hombre del trabajo del cuerpo, sus miembros
estarían atrofiados; si le hubiese librado del trabajo de la inteligencia, su espíritu hubiera
quedado en la infancia, en el estado de instinto del animal; por esto ha hecho que fuera
una necesidad el trabajo; le ha dicho: "Busca y hallarás, trabaja y producirás"; de este
modo serás hijo de tus obras, tendrás el mérito y serás recompensado según lo que
hábrás hecho.