EL CIELO Y EL INFIERNO o La Justicia Divina según el Espiritismo

Allan Kardec

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Ezequiel contra la eternidad de las penas y el pecado original

25. A los que pretenden encontrar en la Biblia la justificación de la eternidad de las penas, se les puede oponer textos contrarios de la misma que no dan lugar a ninguna duda. Las siguientes palabras de Ezequiel son la negación más explícita, no sólo de las penas irremisibles, sino de la responsabilidad que la falta del padre del género humano había hecho recaer sobre su raza. “
1. El señor me habla nuevamente y me dice. 2. ¿De dónde viene que os sirváis entre vosotros de esta parábola y que la hayáis sentado como proverbio en Israel: Los padres, decís, han comido racimos verdes y los dientes de los hijos se resienten de ello? 3. Juro por mí mismo, dice el Señor Dios, que esta parábola no será proverbio entre vosotros en Israel. 4. Porque todas las almas son mías: el alma del hijo es mía como el alma del padre. El alma que ha pecado morirá por sí misma. “


5. Si un hombre es justo, si obra según la equidad y la justicia. 7. Si no entristece ni oprime a nadie, si vuelve a su deudor la prenda que le había dado, si no toma con violencia los bienes de otro. Si da su pan al que tiene hambre, si cubre con vestidos a los que están desnudos. 8. Si no presta a usura y no recibe más que lo que ha dado. Si aparta su mano de la iniquidad, y si pronuncia un juicio equitativo entre dos hombres que pleitean. 9. Si marcha en el camino de mis preceptos, y guarda mis ordenanzas para obrar según la verdad. Este será justo, ciertamente vivirá, dice el Señor Dios. “


10. Si este hombre tiene un hijo que sea un ladrón y que derrame sangre o que cometa una de estas faltas. 13. Este hijo morirá ciertamente, puesto que ha hecho todas estas acciones detestables y su sangre caerá sobre su cabeza.


“14. Si este hombre tiene un hijo que, viendo todos los crímenes que su padre había cometido, se llena de terror y se guarda bien de imitarle. 17. Este hijo no morirá por causa de la iniquidad de su padre, sino que ciertamente vivirá. 18. Su padre que había oprimido a los otros por medio de sus calumnias y que había cometido acciones criminales en su pueblo, está muerto a causa de su propia iniquidad. “


19. Si decís: ¿por qué el hijo no se ha llevado la iniquidad de su padre? Es porque el hijo ha obrado según la equidad y la justicia. Porque ha guardado todos mis preceptos y los ha practicado. Por esto vivirá muy ciertamente. “


20. El alma que ha pecado morirá por sí misma. El hijo no llevará la iniquidad del padre, y el padre no llevará la iniquidad del hijo. La justicia del justo estará sobre él y la impiedad del imperio estará sobre él. “


21. Si el impío hace penitencia de todos los pecados que había cometido, si guarda todos mis preceptos, y si obra según la equidad y la justicia, vivirá ciertamente y no morirá. 22. No me acordaré de todas las iniquidades que había cometido. Vivirá en las obras de justicia que habrá hecho. 23. ¿Acaso quiero yo la muerte del impío? Dice el Señor Dios, ¿no quiero más bien que se convierta y que se retire de sus extravíos y que viva? (Ezequiel, Cáp. XXVIII).


“Decidles estas palabras: Juro por mí mismo, dice el Señor Dios, que no quiero la muerte del impío, sino que quiero que se convierta, que deje sus extravíos y que viva (Ezequiel, Cáp. XXXIII, v. 11).”