EL CIELO Y EL INFIERNO o La Justicia Divina según el Espiritismo

Allan Kardec

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2. Las diferentes doctrinas, respecto a la mansión de los bienaventurados, descansan todas sobre el doble error de creer que la Tierra es el centro del Universo, y que la región de los astros está limitada. Más allá de ese límite imaginario es donde todos han colocado aquella mansión feliz y la residencia del Todopoderoso. ¡Singular anomalía que coloca al Autor de todas las cosas, al que las gobierna todas, en los confines de la Creación, y no en el centro desde donde la irradiación de su pensamiento podría extenderse a todo!