Revista Espírita - Periódico de estudios psicológicos - 1869

Allan Kardec

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Obsesiones simuladas

Esta comunicación nos fue entregada sobre una señora que debía venir a pedir consejo por una obsesión, y sobre la cual habíamos pensado previamente consultar con los Espíritus.

“La piedad por los que sufren no debe excluir la prudencia, y podría ser imprudente establecer relaciones con todos los que se presentan a vosotros, bajo el imperio de una obsesión real o fingida. Es también una prueba que el Espiritismo debe pasar, y que servirá para deshacerse de todos aquellos que, por su naturaleza, perturban su camino.

Indignaron, ridiculizaron a los espíritas; querían asustar a aquellos a quienes la curiosidad atrae, colocando vosotros bajo el patrocinio de satanás. Nada de esto tuvo éxito; antes de rendirse, quieren golpear con una última batería, lista para abrir fuego, que, como todas las demás, beneficiarán a vosotros. Ya no pudiendo acusarlos de contribuir al aumento de la alienación mental, envían personas reales obsesionadas, ante las cuales esperan que falles, y personas obsesionadas simuladas, que naturalmente sería imposible curar de un mal imaginario.

Todo esto no detendrá vuestro avance, pero con la condición de actuar con prudencia y aconsejar a quienes se enfrentan a tratamientos obsesivos que consulten a sus guías, no solo sobre la naturaleza del mal, sino sobre la realidad de las obsesiones que puedan tener que enfrentar.

Esto es importante, y aprovecho la idea que se os ha sugerido de buscar consejo con anticipación, para recomendar que siempre lo hagas en el futuro.

En cuanto a esta señora, es sincera y sufre mucho, pero hoy en día nada se puede hacer por ella, salvo aconsejarle que pida, por medio de la oración, calma y resignación para aguantar con valentía su prueba. No le faltan instrucciones de los Espíritus; sería prudente incluso apartarla de cualquier idea de correspondencia con ellos y aconsejarle que se ponga por completo al cuidado de la medicina oficial.

Doutor Demeure

Observación - No es solo contra las obsesiones simuladas que es prudente ser cauteloso, sino contra las solicitudes de comunicaciones de todo tipo, evocaciones, consejos de salud, etc., que podrían ser trampas extendidas a la buena fe, que podrían utilizarse con malevolencia. Por tanto, es recomendable no acceder a solicitudes de esta naturaleza sino con conocimiento de causa, y en relación con personas conocidas o debidamente recomendadas. Los opositores al Espiritismo miran con disgusto el desarrollo que toma, contrariamente a sus predicciones, y miran o provocan las ocasiones de cogerlo en falta, ya sea para acusar o para ridiculizarlo. En tal caso, es mejor pecar por excesiva circunspección que por imprudencia.

Allan Kardec