Un cura médium curador
Uno de nuestros suscriptores del departamento de Hautes-Alpes escribe lo siguiente:
“Desde hace tiempo, en el valle de Queyras, se habla mucho de un párroco que, sin estudios de medicina, cura a una multitud de personas con diversas dolencias. Ha actuado así durante mucho tiempo, y augustos personajes, se dice, le consultaron cuando era jefe de otra parroquia en los Basses-Alpes. Sus curaciones habían causado revuelo, y se dice que, como castigo, fue enviado como párroco a La Chalpe, localidad vecina de Abriès, en la frontera del Piamonte. Allí continúa al servicio de la humanidad, brindando alivio y curación como en el pasado.
Para los espíritas, esto no es sorprendente; si les hablo del caso es porque, en el valle de Queyras como en otros lugares, hace mucho ruido. Como todos los médiums curadores serios, él nunca acepta nada. S. M. la Emperatriz heredera de Rusia, le ofreció, según me han dicho, varios billetes de banco que él rechazó, rogándole que los guardara en el baúl si quería dárselos para su iglesia.
Otro individuo deslizó un día una moneda de veinte francos en sus papeles; cuando lo notó, lo llamó con el pretexto de darle nueva información y le devolvió el dinero.
Mucha gente habla de estas curaciones "de visu" (por haber visto); otros no lo creen; yo sostengo el hecho basado en aquellos que son menos favorables.
El párroco había sido denunciado por ejercer ilegalmente la medicina; dos gendarmes llegan a su casa para llevarlo a la autoridad. Les dijo: “Los seguiré; pero un momento, por favor, porque no he comido. Almuerce conmigo y me guardaréis. "Durante la comida, le dijo a uno de los gendarmes:" - Estás enfermo. - ¿Enfermo? ahora no; hace tres meses, no lo niego. - Y bien! Sé lo que tienes, y si quieres puedo curarte de inmediato, si haces lo que te digo. Hablarán y se aceptó la propuesta.
El cura hizo suspender al gendarme por los pies, para que sus manos quedaran en el suelo y lo sostuvieran; colocó un cuenco de leche caliente debajo de su cabeza y le administró lo que se llama fumigación con leche. Después de unos minutos, una pequeña serpiente, dicen algunos, un gusano grande según otros cae en el cuenco. El gendarme, agradecido, mete la serpiente en una botella y conduce al cura hasta el magistrado a quien explica su caso, tras lo cual el cura es puesto en libertad.
Me hubiera gustado ver a este cura, agrega nuestro corresponsal, pero la nieve en nuestras montañas dificulta demasiado los caminos en esta temporada; me veo obligado a quedar satisfecho con la información que le transmito. La conclusión de todo esto es que esta facultad se desarrolla y los ejemplos se multiplican. En la ciudad que les estoy citando, y en nuestro valle, esto ha tenido un gran efecto. Como siempre, algunos dicen: charlatán; otros, demonio; otros, hechicero; pero los hechos están ahí, y no perdí la oportunidad de expresar mi forma de pensar, explicando que hechos de este tipo no son sobrenaturales, ni diabólicos, que hemos visto miles de ellos. Ejemplos de los tiempos más antiguos, y que es un modo de manifestación del poder de Dios, sin derogación de Sus leyes eternas."